miércoles, 30 de diciembre de 2009
Diciembre
-Gracias
Pero él sabe la verdad. En silencio se miente a sí mismo y, despacio, muy despacio, aparta la mirada. Apenas cierra la puerta y ya le escucha llorar. Ella se muere. Llama a un taxi y, ya dentro, desconecta el móvil. Se apea a dos manzanas de su casa, no hace fr'io y prefiere andar. Al bajarse el taxista le dice algo. Él finge no escucharle e intenta silbar, no puede.
-Feliz Navidad a usted también, responde finalmente. Sin embargo, el coche ya ha arrancado y se aleja al fondo. El hombre lo observa hasta que desaparece en la esquina. Se rodea con los brazos, tiritando, pero no es frío lo que siente. La calle en silencio. La oscuridad. En ese momento se da cuenta, pero ya no puede llorar.
LMM
domingo, 27 de diciembre de 2009
Let's say it again
No os preocupéis, que en cuanto terminen las fiestas nos volveremos a acordar durante unos segundos de toda esta mierda. Volveremos a ponernos nuestras máscaras de socialistas, comunistas, conservadores o liberales; aquella que nos haga vivir más feliz. Y volveremos a vivir lo mismo de siempre, las mismas frases, las mismas caras... Sinceramente, no estoy seguro de que celebremos un año nuevo.
¿Merece la pena? No. Y sin embargo no puedo evitar escribir estas confusas líneas sin estructura. Un café antes de volver a preguntarse qué puede hacer un hombre contra Dios.
LMM
lunes, 16 de noviembre de 2009
Amor
lunes, 9 de noviembre de 2009
miércoles, 21 de octubre de 2009
Camino
Me cubro los ojos con la mano izquierda,
Odias la esperanza y, sin embargo, me abrazas.
Es de noche y no tengo sueño.
domingo, 11 de octubre de 2009
Sinfonía de Osaka: Coda (Parte 5)
Gabriel conseguiría terminar el poema unos días después y el primero en leerlo fue, por supuesto, su hermano. No le gustó.
Sinfonía de Osaka: Finale (Parte 4)
- Joder - se llevó las manos a los bolsillos, tanteando nerviosamente, se empezó a sentir mareado.
Temblando, se dispuso a cruzar la calle hacia el parque que estaba en la acera contraria. Nunca llegó. Estuvo consiente unos pocos segundos después de que la furgoneta impactará contra él. Había dejado de temblar, no había dolor. Si no hubiera tenido la mandíbula dislocada, una sonrisa irónica habría ocupado su cara. Un hilo de sangre avanzaba lentamente, cada vez más ancho. Cuando Miquel perdió el conocimiento todavía no había logrado entenderse. Como él mismo había dicho sobre los sueños: “nunca se cumplen”.
LMM
Sinfonía de Osaka: Gavotta (Parte 3)
- Por cierto, nunca he sabido donde vives – dijo Gabriel muy lentamente, poniendo excesivo énfasis en cada palabra.
- Al norte de la calle… ¿cómo se llamaba? – Dijo cansadamente mientras sacaba un paquete de tabaco- La que cruza con el parque. Qué más da… ¿quieres probar uno de los cigarrillos?
Gabriel no respondió, pero cogió uno distraídamente. Llegaron al cruce de Osaka, el cual recibió dicho nombre en recuerdo de veinte japoneses de Osaka que se mataron en un accidente de autobús cuando el conductor se quedó dormido. Habían colocado hacía ya tiempo una cruz negra y oxidada. Gabriel se dio cuenta entonces que era probable que los japoneses no hubieran sido cristianos. Aunque allí se separaban sus caminos Miquel todavía estaba allí, observando también la cruz, aunque su mirada vacía y cansada parecía ir mucho más allá del mustio homenaje. Le resultaba muy curioso el hecho de que morir fuera razón suficiente para grabar el nombre de una persona en una piedra. No lo entendía, porque pensaba que el olvido llegaría igualmente. La única forma de quedarse en este mundo es haciendo cosas grandes, y hay gente que puede y otros que no.
- ¿Tienes miedo a morir?- le preguntó entonces a Gabriel mientras se agarraba con torpeza a una señal de tráfico.
- Sí- respondió rápidamente, parecía mucho más sobrio- al menos ahora. No sé, a veces todo parece tan complicado.
Miquel no pudo escuchar todo lo que dijo, ya que se había apartado a un lado a vomitar. Casi una hora más tarde, Gabriel llegó a la casa de Miquel, arrastrando prácticamente a éste, que musitaba sobre unos versos que intentaba recordar. Su casa era mucho más pequeña de lo que Gabriel esperaba. Entró y dejó a Miquel en el sofá. Al ver la luz de la cocina encendida fue a apagarla. Dentro se encontró a una mujer obesa, cuya cara arrugada estaba atravesada por unas líneas serpenteantes en el maquillaje algo excesivo.
- No despiertes a mi madre, déjala dormir, lo necesita.
Miquel seguía en el sofá con tumbado, hablando en voz baja. Había comenzado a susurrar palabras inconexas, mientras sus ojos permanecían cerrados. Gabriel se sintió muy mareado. Cerró la puerta suavemente, sin ni siquiera despedirse. Tras ella seguía escuchando a Miquel murmurando frases ininteligibles. Una vez en la calle caminó deprisa, hacía mucho frío.
LMM
Sinfonía de Osaka: Larguetto (Parte 2)
Se volvió hacia Miquel, buscando una reacción. Él sólo frunció el ceño. Aún así resultaba extraño ver esa expresión en su cara. Gabriel se volvió a tumbar en el banco, llevándose otra vez el cigarro a la boca.
- ¿Y tú? ¿no tienes algún sueño, algún fin, cualquier gilipollez de esas que hace que la vida valga la pena?- Nada más terminar la pregunta Gabriel se sintió tremendamente incómodo. No sabía por qué le había preguntado eso.
Giró la cabeza para ver como Miquel se encogía de hombros sin levantar la cabeza del libro. Sin embargo, Gabriel no pudo evitar observar que su mirada se mantenía en el mismo punto del libro. En una carta que le enviaría a su hermano, Gabriel aseguraba que aquel fue la primera vez que vio una grieta en la máscara de Miquel.
- La verdad, pienso que ser escritor no estaría mal.- dijo Gabriel apagando el cigarrillo y lanzándolo al suelo- mi hermano dice que debería concentrarme en otras cosas, que ser escritor no es lo que yo creo que es. Le encanta leer, ¿sabes? Está en la cárcel, pero parece que tienen una pequeña biblioteca allí.
- ¿Qué hizo?
- Mató a un hombre. Curiosamente parece que el hombre se iba a suicidar. Mi hermano nunca me dijo por qué lo hizo.
- Para matar a un hombre hace falta estar muy loco o muy cuerdo.- comentó en voz muy baja, apenas perceptible.
Pasó la página ruidosamente y Gabriel pudo ver parte de la portada, en la que se veía la fotografía en blanco y negro de un hombre atusándose el bigote. No sabía quién era. Bruscamente, Miquel se incorporó de forma repentina, dejando el libro a un lado.
- ¿Qué sentiste?- le preguntó con una mirada expectante.- Cuando murió tu padre, ¿qué sentiste?
A Gabriel le sorprendió la pregunta, no es algo a lo que estuviera acostumbrado a oír. Además, no recordaba cuándo le había hablado de la muerte de su padre, al que encontraron muerto por una sobredosis de medicación, nunca supieron si se había suicidado. No se acordaba si tenía catorce o quince años cuando ocurrió. En el funeral lloró. A la tristeza le sucedió la vergüenza. Luego…un sentimiento imposible de explicar. El mismo que aparecía ahora cuando intentaba pensar en su padre. Muchas veces pensaba que debería haber hecho lo mismo que hizo su hermano entonces: olvidar. El largo silencio fue interrumpido por la voz grave de Miquel.
- Me alegra saber que no soy el único que no sabe qué contestar.
No supo responder.
- Sobre los sueños, haz caso a tu hermano, nunca se cumplen.
Acababa de encender otro de sus olorosos cigarrillos. La tarde había sido muy roja, pero el cielo ahora estaba en un punto intermedio entre el azul oscuro y el fucsia. Cuando Gabriel llegó a su casa intentó ponerse a escribir pero no conseguía pasar de la primera línea. Sara le llamó hacia las diez, preguntándole si quería ir a ver una película el domingo. Gabriel respondió que no le gustaba el cine antes de colgar.
LMM
Sinfonía de Osaka: Allegro (Parte 1)
Miquel llegó a la ciudad en su último año de instituto, que nunca acabó. Desde el principio se sintió incómodo allí. Como le diría después Gabriel a su hermano, “era demasiado rubio para esta ciudad”. La metrópoli, cuyo nombre Miquel nunca supo pronunciar, parecía condenada a la falta de movimiento. No había nada.
Gabriel había aceptado finalmente quedar con Sara y no estaba saliendo bien. A la media hora logró escabullirse fingiendo que necesitaba ir al baño en un bar. Se encontró con Miquel tumbado en uno de los bancos fumando. El olor del cigarrillo era extraño, Gabriel nunca supo si describirlo como “repelente”. Minutos más tarde, él sabría que eran unos cigarrillos poco comunes que él conseguía Dios sabe de qué manera… Desde que se intentó suicidar unos años atrás, Gabriel nunca se había relacionado igual con la gente; todos, menos Sara, habían acabado por volver a la sombra de la apatía. Por ello, no es de extrañar que hasta el propio Gabriel le confesara a su hermano tiempo después que era incapaz de comprender qué le llevó a volver diariamente al parque a fumar y a conversar con él. Nunca se acordaría de la fecha exacta cuando le conoció, ni siquiera de cómo exactamente. Quizás fue el hecho de que Miquel hablara sin reparos de su padre, o simplemente por lo que decía.
LMM
viernes, 9 de octubre de 2009
Desigual el relato ganador del 1 accesit del concurso literario del año pasado
Desigual
Todo era tan perfecto, tan sublime; cada jarrón en su sitio, cada plato en su lugar; incluso las asas de las tazas de té estaban colocadas en un excepcional orden. Claro está, todo por mandato del señor, siempre tan meticuloso y excéntrico.
La casa estaba situada a las afueras de Londres, en un pequeño pueblo llamado Waltimore. La mansión que estaba rodeaba por un jardín de dimensiones colosales constaba de cinco plantas. Al lado de esta se encontraba una casa de tres plantas con su propia piscina climatizada y gimnasio reservada para los sirvientes. Para el señor Hocks, la casa era una jerarquía en sí misma. El primer piso estaba reservado para el señor y la señora Hocks; el segundo, para los mayordomos de mayor categoría así como el chofer; después, los guardaespaldas; en siguiente era el ocupado por los invitados y finalmente, en el último piso estaban situados los dormitorios de los hijos de los señores.
En la casa adosada no había jerarquía alguna. Dentro de los grandes muros de piedra, era un territorio tranquilo y de lo más apetecible; sólo el tiempo inexorable era el único elemento disonante.
Tomás, el mayordomo más veterano, procedía de una familia muy humilde; originaria de Cuba. Él y su madre se fueron a España para dejar de vivir en la miseria tras la muerte de su padre en un tiroteo. Pronto, encontró trabajo como mayordomo de una familia adinerada pudiendo mantener a su madre que padecía cáncer terminal. Pero al ser despedido y no tener suficiente dinero para el tratamiento de su madre ella acabó falleciendo; tiñendo de rojo sangre su vida.
Pasó por varios trabajos hasta llegar a ser mayordomo de los señores Hocks.
El viento mecía suavemente las hojas de los magnolios de la entrada principal. Damm; el jardinero; podaba los setos de los muros de piedra de la entrada. Mientras tanto, Josu; su aprendiz; silbaba para atraer a las golondrinas. Tenía los ojos azules como el agua cristalina que discurre enfurecida por los ríos. Sin duda alguna eran los ojos del azul más chispeante que había visto en mi vida. Su tez tostada por el sol infernal y su cabello rubio enredado delataban su procedencia. Tenía chica la nariz y una amplia sonrisa dibujada en sus labios carnosos dejaba entrever unos dientes pequeños blancos como las perlas.
Damm también era moreno y sus ojos cenizos achinados iban a la par con su cabello revuelto color carbón. Tenía una nariz ganchuda, y unos gruesos labios. Sonreía de júbilo; le encantaba observar y admirar a los árboles que él mismo había plantado y dedicado su vida. Esto era lo que le intentaba inculcar a Josu, pero el parecía admirar a los pájaros y su libertad en el aire; no le gustaba como los árboles dependían de la tierra para sobrevivir y estaban anclados en su sitio, sin libertad.
Él señor Hocks aún no se había levantado. Por el contrario, su mujer Isabelle yacía en la mecedora leyendo el periódico. Cuando hubo acabado emitió un bufido y esperó a que su marido bajara a desayunar. Tomás servía la comida mientras comentaba las noticias con Isabelle. Ella mostraba miedo por los robos ocurridos en Waltimore. Los seis se habían producido en familias adineras y ella temía por su provenir.
El Sr. Hocks bajó lentamente por las escaleras de caracol cuando, finalmente, llegó al rellano toda su familia le estaba esperando ansiosos por empezar a comer. Tenía la mirada cabizbaja y su natural sonrisa se había esfumado dejando tras su paso unas débiles comisuras en sus labios carnosos. Isabelle le miró compungida y bajo la vista al suelo. El hijo menor de los Señores Hocks, James, miró a su hermano con desdén y subió al último piso.
Henry, el guardaespaldas, caminó junto al señor Hocks hasta el automóvil y le abrió la puerta. En ese instante Charles subió al asiento del conductor y arrancó suavemente. El motor rugía con un ronroneo suave y delicado. El trayecto hasta Baths discurrió sin ninguna incidencia. El pequeño pueblo estaba situado en las cercanías de Waltimore.
Las casas eran de color rojizo oscuro; de ladrillos; con un tejado levemente inclinado y las chimeneas negras sobresalían apuntando al inmenso cielo color azul turquesa. El único edificio que resaltaba sobre los demás era el ayuntamiento. Una construcción antigua de color blanco y bastante imponente. Tenía dos balcones en el cuarto piso desde los cuales se divisaba a la perfección todo el pueblo y el campanario de la iglesia.
Cuando el coche color negro entró en el aparcamiento de la mansión el sol ya se había ocultado y la luna empezaba a brillar. Se bajaron dos hombres del auto y entonces el conductor apagó el suave ronroneo del motor dejando al silencio y al la penumbra reinar por completo.
Después de que Charles entrara en la casa y marchara a su habitación, un nuevo ronroneo débil y apagado deshizo la tranquilidad momentáneamente. Conforme el automóvil se alejaba de la mansión el suave ronroneo se torno un murmullo inaudible.
Por la mañana el periódico anunciaba en los titulares otro robo ocurrido en el pequeño pueblo. Esta vez había ocurrido en la mansión de los señores Hocks.
Isabelle lloraba desconsoladamente en sus aposentos, su marido estaba con la policía y mientras tanto, Damm intentaba consolar desoladamente a la señora Hocks. Tomás y Charles esperaban en la puerta de la comisaria, apostados al lado del vehículo de color negro de el señor Hocks. Henry discutía con la autoridad calurosamente ya que ellos le acusaban de no haber protegido la casa de los ladrones y él respondía enfadado que su tarea era proteger al señor, defender su vida; no su casa. En este caso la policía resultaba totalmente incompetente, ya que no tenían la menor pista acerca de un posible o posibles culpables y si tenía o tenían cómplices. Los únicos testigos arrojaron muy poca luz ya que sus testimonios resultaban confusos y pobres. Con lo que la policía solo sabía gracias a un confidente anónimo de dudosa veracidad que poseían un coche color negro, robaban a altas horas de la madrugada y eran muy hábiles y meticulosos en su trabajo que estaba excelentemente planificado. El comisario jefe, el señor Normen, un hombre musculoso y de buena familia al que le gustaban los misterios y tenía una abundante materia gris y una sagacidad fuera de lo común, deambulaba por su despacho intentando esclarecer un poco estos casos.
Henry acompañó al señor hasta el vehículo encontrándose con Charles y Tomás que charlaban amistosamente. Al verlos llegar, intercambiaron unas breves palabras y un par de opiniones y se subieron al automóvil. De regreso a la mansión comentaron la desgracia de Isabelle que estaba enferma de un brote psicótico y tenía agorafobia.
Cuando bajaron del coche y caminaron por el camino principal de la mansión, todo estaba en paz, una tranquilidad forzada; ni siquiera un piar de las aves. Al llegar a la mansión vieron el cuerpo sin vida de la señora ahorcada en la escalera interior.
Nadie pudo reprimir un chillido. A pesar de los gritos del señor nadie en la casa parecía reaccionar, los presentes tenían la mirada cabizbaja y los ojos llenos de lagrimas.
El forense dictaminó que era un homicidio y que la causa de la muerte era por estrangulación. Todos los sirvientes habían desaparecido misteriosamente y la casa solo estaba habitada por el señor, su guardaespaldas, el jardinero y su aprendiz, el chofer y los hijos de la fallecida. Estos junto con Josu habían ido al pueblo vecino el día del incidente.
Dos semanas más tarde, la policía había cerrado el caso acusando del homicidio a los sirvientes desaparecidos así como de los robos ya que habían encontrado el cuerpo de uno de ellos en la cuneta con algunos de los objetos sustraídos.
El ambiente en la mansión era tenso, el señor salía más temprano que de costumbre a realizar su trabajo mientras los hermanos mantenían largas conversaciones entre ellos y alguna vez las compartían con Josu. Estos tres parecían los menos afectados por la muerte de la señora. El señor se negaba rotundamente a contratar a nuevos sirvientes por lo que la casa fue descuidada.
Un ronroneo suave se percibió a lo lejos y entonces, se percibió la figura de un coche negro entrando en la mansión. Los hermanos se miraron intrigados y se acercaron al automóvil ya que les sorprendía que su padre hubiera vuelto de los negocios tan pronto.
Al llegar el señor a la mansión vio dos cuerpos inertes ahorcados del magnolio principal. Juntó a ellos yacía un tercer cuerpo acostado sobre la mullida hierba. La sangre discurría por el terreno.
Los presentes se miraron y rompieron a llorar. No tardo mucho en aparecer la policía en el lugar del crimen. El forense dictaminó que habían sido tres homicidios causados por un disparo en el corazón.
El señor Normen recorría nervioso su despacho. Había algo que no encajaba en estos sucesos.
Josu estaba permaneciendo una temporada en casa de sus abuelos, en Baths y cuando se enteró del último suceso volvió a residir en la mansión ya que necesitaban un jardinero.
Ya había pasado un año desde el asesinato a los hermanos y a Tomás. Era una mañana cálida de junio, los primeros rayos de sol despuntaban al alba. Este fue el último día para él. Esa mañana no se levantó como de costumbre, permanecía en la cama desangrado con un orificio de bala en el corazón.
Ya solo quedaban tres personas en la casa, el señor, su guardaespaldas y Josu.
El comisario cada vez veía más difícil el caso ya que todos los sirvientes desaparecidos fueron encontrados muertos en una caseta de campo hará medio año. Él sabía con certeza que el asesino tenía algún odio hacia la familia Hocks y pensaba que era uno de los tres inquilinos de la mansión.
Los comportamientos de los tres fueron, si cabe, más extraños y excéntricos. No se fiaban de nadie, todos vigilaban sus espaldas.
El quince de junio volvió a ocurrir la desgracia, un coche color negro con un delicado ronroneo se estacionó en las cercanías de la mansión. Ese día, apareció un cadáver con una herida de bala en el corazón recostado sobre el sofá. El cuerpo fue encontrado por Josu cuando le iba a despertar de la siesta. Nadie en la mansión oyó ningún disparo ni nada, la paz reinaba absolutamente.
Una semana más tarde, la mansión fue teñida de nuevo de rojo sangre. El último superviviente a aquella matanza, aquel que a ojos de la justicia era un asesino psicópata, fue llamado héroe y aclamado entre sus amigos más íntimos.
Tras la muerte del señor Hocks, su negocio se hundió en el abismo. Al frente de la compañía más grande de importación de petróleo estaba Henry, pero tras su asesinato esta se volvió a hundir y no volvió a emerger nunca más.
El acusado había sido imputado de los asesinatos en la mansión y de planear los robos.
Aquel treinta de junio Josu, fue sentenciado a la horca. A pesar del calor asfixiante, todo el pueblo estaba reunido frente al tablón de madera con la horca; para ver morir al autor de la masacre de la mansión Hocks. El bullicio crecía al aumentar la expectación de la muchedumbre descontrolada. Se podía ver como gritaban al aire y daban gracias a Dios. Era patético, terriblemente patético todos reunidos para ver morir a un ser humano que como ellos había nacido y había sido criado e inculcado con los valores de su familia. Ninguno se preguntó que llevo a un joven cuerdo a matar a sangre fría a todos los residentes de la mansión, nadie se percató de que al subir a la plataforma de ejecución sus labios delataban una sonrisa sincera. Si se miraba más atento se podía vislumbrar una risa camuflada. ¿De qué se reiría ese joven que iba a morir en los próximos minutos? Ninguno tuvo tiempo de descubrirlo, pensarlo o ver su sonrisa ya que todo el pueblo reunido ante el gritaba justicia a cielo. Patético, era patético ver como todos aquellos hombres, mujeres y niños se sentían felices, ilusionados, al ver morir a uno de los suyos. Qué era lo que esperaban encontrar al final de sus días, una escalera de plata, un cielo blanco difuminado entre las nubes; o tal vez, sólo tal vez, el mismísimo infierno.
Un suave y delicado ronroneo permaneció inaudible entre el bullicio, un automóvil color negro se deslizaba silenciosamente hasta la horca. Un hombre musculoso salió del vehículo, sacó un arma y apuntó hacia el acusado. Un disparo resonó en los oídos de toda aquella gente. Cuando pudieron darse cuenta de que Josu yacía muerto delante de la horca con un disparo en el corazón. Sus gritos se convirtieron en plegarias y sus alegrías se volvieron de color negro, se oscurecieron sus ilusiones y esperanzas, la matanza había vuelto. Aquel joven murió antes de ser ahorcado, fue juzgado y condenado por unos crímenes que tal vez, solo tal vez, él no cometió. Se divertía, sonreía, se reía de la ignorancia de los demás. Aquel que amaba la libertad como nadie, ¿podría haber sido capaz de quitársela a los demás? Tal vez, solo tal vez, el habría cometido esos atroces crímenes.
El coche negro se alejó en las lejanías, el caso fue archivado como uno más, la única diferencia es que permanecería en el recuerdo del pueblo, anclado a su memoria.
HEARTLESS
martes, 29 de septiembre de 2009
Sueño
Camino en un mundo borroso
Donde la gente observa el negro bajo mis pupilas.
Tardo en darme cuenta de que estoy corriendo,
Ahora con metal diáfano en la mano.
El sonido del hierro al fundirse fundiéndose con un grito.
No reconozco mi voz.
La tierra tiembla, no puedo correr.
Sé que me estará esperando tras la esquina
Pero mi cuerpo se mueve por su cuenta.
Antes de que la sangre cubra mis ojos
Otra luz, más natural, me ciega.
Agua de piel en mi piel, un sueño muerto.
Mis ojos siguen mudos en la pared vacía.
Estoy cansado.
martes, 1 de septiembre de 2009
Berlín, Alemania 31/7/09
Otra noche infernal. Los ronquidos de mi padre, vehementes como siempre, me mantuvieron en vela hasta las 4 de la mañana. Pero gracias a Dios, la divina providencia puso en mis manos unos tapones de los oídos, que lo hicieron más llevadero.
Tras desayunar con té alemán (bastante bueno por cierto) hemos ido prontico a ver el museo de pérgamo. Justo al momento en el que llegamos (las 10) se empezó a formar la llamada ‘’cola recurrente de museo’’ nada más entrar te encuentras una sala enorme con un templo griego entero metido en su interior. Tras coger la audioguía, que yo suponía que iba a estar en esmañol sudaquilla, resulta que es en español peninsular, pero con el inconfundible tono de voz de loquendo, de modo que supuse que no se habían molestado demasiado en hacerlo bien
Tras ver hasta una fachada griega de 15 metros de altura por 25 de ancho dentro del museo, me entró la sensación de no querer encontrarme nunca con un arqueólogo alemán (rarillos esos tíos). Por lo visto se recorrieron Irak de punta a punta y lo dejaron más vacío que un desierto (que un desierto!! Lo pilláis?? Eh??? Jajajj…). En fin, tras la visita al museo, tuvimos que ir a la Hauptbanhof(estación principal de trenes) de Berlín para sacar el billete de mañana a Praga. Dios , todo el dinero que no se gastan los alemanes en remontar la economía de Europa se lo gastan en construir estaciones, era mil veces más grande que atocha!!Después a mi padre le dio por coger el primer tren que encontró y resultó que nos llevaba a la parada del zoo de Berlín (no es como la casa de campo, pero casi) por allí comimos con un camarero que hablaba un español bastante aceptable, y luego nos metimos en el metro para volver al hotel.
El metro de Berlín oeste es aún más mierda que el de Berlín este. Cuando uno ve estos metros se siente orgulloso del metro de Madrid (‘’vuela’’), aunque en cierto modo también sea una mierda. Paramos a medio camino en la zona de la puerta de Brandemburgo para ver el monumento al holocausto, que solo son bloques de hormigón colocados en hileras. Cerca de allí había una exposición de la arquitectura que Hitler tenía planeada para Berlín una vez hubiera ganado la guerra. Ese tío era un loco gilipollas: pretendía demoler todo el centro histórico de Berlín y construir edificios exageradamente enormes para mostrar el poder del III Reich.
Después simplemente hemos vuelto al hotel y descansado. Hemos dado un paseo al salir a cenar y nos hemos desviado hacia la Alexanderplatz de ayer para sacar unas fotos que la estatua de Marx y Engels y yo teníamos pendientes. Tras ello nos hemos ido a cenar Currywurst (salchichas con curry, comida típicamente alemana os lo aseguro!)
diario de viaje
Berlín, Alemania. 29/7/09
Al calor humeante de un té rooibos Kalahari comprado esta misma mañana, me dispongo a iniciar mi relato sobre este viaje.
Puaj, este té sabe a agua del grifo del baño. En fin, hemos llegado a Berlín sin incidentes, tras una aburrida tarde de aeropuerto y un incómodo viaje en avión (será cosa mía, pero tengo la convicción de que el espacio entre los asientos de turista es cada vez menor) en el cual, mi padre a sacado a relucir que algunas aerolíneas ‘’low-coast’’ están barajando la idea de llevar a los pasajeros de pié. Una charla sobre cómo demonios podrían lograr hacer tamaña salvajada ha amenizado los últimos momentos del viaje.
Vengo a Alemania pertrechado con los apuntes de clase con la firme intención de mejorar mi dominio del alemán, o Deutschprache, como dicen por aquí. También vengo con la intención, aunque no creo que con el dinero suficiente, de apropiarme de cualquier chapa, pin, bandera y otras alegorías comunistas de la RDA.
El hotel, más ochentero que moderno, situado en el antiguo berlín este, tiene un sobrio y funcional estilo comunista tipo ‘’bloque’’ mezclado con el típco estilo turístico de las cortinas horriblemente estampadas con horteras diseños floreados, típico de un hotel más bien poco afluido (no debí fiarme de mi padre a la hora de hacer las reservas). Aunque amable y servicial, el recepcionista tiene los ojos saltones, un caminar raro y una extraña joroba, motivos por los cuales de ahora en adelante será conocido como ‘’Igor’’. Al llegar al hotel y coger las habitaciones a las 12 de la noche, a mi padre, cuán listo es, solo se le ocurre preguntarle a Igor si hay algún sitio donde cenar por la zona. Vamos mal, si tenemos en cuenta que en Alemania se sigue el horario europeo de comida a las 12 y cena a las 6.
Seguiré informando puntualmente.
Jaime Velasco, corresponsal de Radiopatio en Alemania.
Berlín, Alemania 30/7/09
Ha sido una noche horrible. Mi padre se ha empeñado en mantener la ventana abierta y las cortinas recogidas. Entre los ruidos de la calle (aquellos que dicen que en Alemania no hay vida nocturna mienten!!!), las luces y los vehementes ronquidos de mi padre he dormido menos que Hentai-Kami-Sama tras haber tenido uno de sus ramalazos de inspiración.
Tras comprobar en el desayuno que el té de Alemania no está nada mal, hemos ido a ver museos famosos. Ingenuos de nosotros, tras ver las colas kilométricas para entrar en el groBe Deuschtland Museum y el museo de pérgamo, hemos desistido, conformándonos con admirar el paisaje. Tras entrar en el Tiergarten (equivalente al Retiro de Berlín) y ver el Reichstag desde lejos, hemos ido a comer a un chino bastante malo (creedme, si ya de por sí el alemán es difícil de entender, con acento chino ya ni os cuento) y después hemos visitado las ruinas del cuartel general de la Gestapo .
Cerca de allí estaba un trozo del muro, picado y derruido para obtener pedacitos que vender a los turistas. Aunque la mayor parte del muro fue derribado, se conservan varios tramos en diferentes puntos de la ciudad, sobre todo los que tienen grafitis extravagantes. Cerca de allí estaba el archifamoso checkpoint Charlie, del cual ya no queda ni el Charlie. Tras una compra de artículos comunistas en un puestecillo cercano (artículos en los cuales estoy dispuesto a gastarme la mayor parte de mi dinero del viaje) hemos cogido el metro. Hoy hemos entrado en el metro cinco veces, y lo curioso es que en el metro de berlín sacas la entrada si quieres, porque no hay roscos d’esos de los que hay en el metro de Madrid (‘’vuela’’) ni nadie que revise si lo has comprado o no.
Luego, para cenar, hemos ido a la Alexanderplatz (como la plaza mayor de Berlín, solo que 10 veces más grande que la de sol). Nada más salir del metro (para variar) realismo socialista a tope: edificios de apartamentos que parecen bloques de puro hormigón agujereados, ocasionalmente con una pintada alegórica de las virtudes del socialismo. Pero justo al lado, el más puro estilo de la sociedad de consumo: anuncios de marcas y grandes, muy grandes almacenes por todas partes. Tras atravesar un jardín enorme y descubrir que en alemán, ayuntamiento se dice ‘’Rathaus’’ (literalmente, casa de ratas) llegamos a un complejo escultórico donde estaban representados Marx y Engels mirando al infinito. Tras un examen más en profundidad de las estatuas, llegué a la conclusión de que los obreros de la RDA habían fabricado la ropa de ambos con planchas de acero dobladas y moldeadas. Maldigo a mi padre por no disponer de la cámara de fotos en aquel momento y no poder enseñarte, querido lector, lo que acabo de explicarte.
Corresponsal de Radiopatio en Berlín informa.
Jaime Velasco
sábado, 18 de julio de 2009
Son años
Yo empiezo a odiarlo, a temerlo. Al fin y al cabo, escribir todavía no me ha ayudado a entender nada mejor, si bien es efectivo en hundirme aún más en mi miseria. Así obligo a mis personajes a sufrir una angustia existencial mucho más acentuada en vano intento de comprender(me) mejor. Por mí ellos han matado, llorado, gritado de la misma manera que han sufrido el amor y la muerte. Ya casi nunca releo lo que escribo, ya que es igual que buscar mi lado más penoso. No hay forma más cruel de descubrir que te sientes solo que leer un texto salido de tu puño que rezuma una intensa soledad. Lo único que aguanto son mis obras más prematuras, más inocentes, más ignorantes, más estúpidas. No recuerdo por qué escribía entonces. ¿Alguien puede?
Alma medrosa,
quisiste volar,
la luz del sol,
acariciar.
Recodos del pensamiento,
olas de mar,
las alas de los sueños,
quisiste tocar.
Mas te retuvo,
te hizo llorar,
sociedad egoísta,
ave rapaz.
Y preñada de tristeza,
quisiste morir,
dejar de ver, de sentir,
alma mía,
debes vivir.
No tengas miedo y
regresa a tu lecho
y descansa y duerme
para luego elevarte en el aire
y flotar...
(Ya tiene unos añitos el poema, tenía 12 o 13 años por entonces)
Fdo. LMM
viernes, 3 de julio de 2009
Pequeña idea
¿genocidio?
Que impulsa a los hombres a cometer genocidio; a decidir sobre la vida de personas totalmente ajenas; a gente inocente o culpable, simplemente, se creen personas con capacidad para decidir sobre los demás. Que piensan, ser superiores; simplemente nacimos iguales y fuimos criados de manera distinta, ¿acaso eso los hace dioses o semidioses? Hechos como nuestro lugar de nacimiento, nuestras circunstancias, nuestra educación; nuestra forma de pensar nos otorga algún poder para destrozar y hacer añicos los corazones de los familiares de las personas asesinadas.
Que ocurre en esta sociedad en la que cada uno hace una acción por un motivo, más o menos justificable en el caso de que pueda ser justificado, y ello conlleva con la muerte de centenares y centenares de personas de las que sólo queda en recuerdo vago en la mente de aquellos que les querían. Pero, sinceramente, ¿qué castigo merece un asesino de masas? ¿La muerte que el dio?, la tortura, cadena perpetua... pero, ¿existe algún motivo de suficientemente peso para vulnerar los derechos humanos fundamentales como la vida y la libertad? Parémonos a reflexionar, el bien y el mal son conceptos creados por nuestro cerebro, dictados por una moral y el sentido común, perfilados por nuestra conciencia. Entonces, no es posible que lo mágico de ser diferentes, lo bueno, también deba obligar a tomar las medidas pertinentes dependiendo de la mente del asesino. Por lo que, tal vez, sólo tal vez, el no obré mal; si no que tan solo sigue el camino dictado por su moral. Si este fuera el caso, ¿sería ético condenarlo?, por supuesto piensan la gran mayoría ya que ha acabado con la vida de un gran número de personas, pero, y si sus ideas fueron las acertadas, y nosotros le castigamos; y si tan solo era un salmón nadando a contracorriente que necesitaba nuestra ayuda y apoyo, no una condena que le prive de la libertad y provoque en él un odio hacia la gente corriente. No sería más ético juzgar conociendo o al menos permitir la explicación de los motivos que lo hicieron tener unas ideas tal vez muy radicales y que acabó con el asesinato de un gran grupo de personas. Desde mi punto de vista, todo ser humano merece ser escuchado y atendido en la medida de lo posible, por lo que creo que es algo insensato condenar a la gente distinta que ha cometidos los mismos delitos a la misma sentencia, o a sentencias completamente opuestas dependiendo del lugar en el que se realice el juicio. Mas, ¿no hemos sido nosotros los culpables del mayor genocidio de la historia, la eliminación sistemática por parte de la sociedad de las libertades individuales y colectivas? “El mayor castigo del culpable es que nunca será absuelto por el tribunal de su conciencia”; Juvenal Decimus Iunius.
miércoles, 1 de julio de 2009
Esencia en otras formas
Dicen que sobre el amor ya todo está dicho; el cómo es otro tema. Tal vez por eso aún siga desgarrando y haciendo reír una letra en voz de copleros, aunque ya hayan pasado los años sobre la forma de decirlo. La esencia vale también para hoy, aquellos personajes son ya un mero cuadro costumbrista.
A.H.M
Constituírnos en generación literaria
''Una Generación literaria, es un grupo de escritores, vinculados por una serie de ideologías y de estilos en un margen determinado de tiempo (generalmente quince años, aproximadamente).Para que una generación literaria sea reconocida como tal, deben cumplirse una serie de premisas:
-Proximidad entre los años de nacimiento (aproximadamente quince).
-Formación intelectual semejante. Convivencia personal.
-Un hecho generacional que les obliga a reaccionar; por ejemplo, en la Generación del 98 todos reaccionaron con el llamado Desastre del 98.
-Empleo peculiar del idioma, claramente diferenciados respecto a los de la generación precedente.
-Anquilosamiento de la anterior generación.
''por lo que a mí respecta, tenemos casi todo lo que hace falta para constituirnos en generación:
-somos todos del 93 ó 92-vivimos en la misma zona geográfica, nos conocemos y tenemos una relación de amistad, hemos estudiado todos en el mismo lugar y nuestra formación intelectual es semejante.
-como hecho generacional, no tengo una respuesta clara, es algo que tenemos que pensar
-todos tenemos un empleo peculiar del idioma, ya que utilizamos un lenguaje culto y trabajado, a diferencia de los novísimos (la anterior generación) más simplistas
-la generación de los novísimos, que hablan de temas sociales de hace 20 años, se ha quedado obsoleta y es anacrónica.
Como punto adicional a tener en cuenta, hemos de redactar un manifiesto. confío en que nos reunamos un día y redactemos el susodicho, que será enviado por el ilustrísimo a las redacciones de los principales periódicos de país para darnos a conocer.en resumen, la D-generación del '08 tiene unos puntos clave: escribimos sobre temas sociales y no estamos contentos con la realidad que nos ha tocado vivir. nos interesa la política y el estado de la sociedad actual. nuestros estilos van desde el neo-romanticismo hasta el intimismo pasando por el inconformismo.
PD. aprovecho la ocasión para decir que el ilustrísimo y yo estamos redactando un ''Diccionario Inúrico'', que será dado a conocer en breveXD
sábado, 27 de junio de 2009
La Obra, sólo la obra
A Cervantes nadie le reconoció su Quijote. Tal vez no le importó, tal vez terminó por resignarse. Sus huesos son ya polvo en las Trinitarias, pero una placa le recuerda.
No sé si es razonable o no pagar por un Van Gogh. Ponerle precio a la desesperación de una visión incomprendida parece lo máximo. Al fin y al cabo, es arte.
Dejar una joya suelta y a la vista de todos pero sin que nadie sepa su valor. Capitular y después ver el reconocimiento. Llegar a ser un reclamo en un tiempo que no se ha de vivir. Ser inmortal sin haberlo pensado nunca. Resumir una vida en un nombre que luego repetirán sin saber quién fue la persona, porque lo que queda es la obra, sólo la obra.
viernes, 26 de junio de 2009
Pájaros de Hierro
Ensordecen la mañana. Cortan el cielo, no dejan estela. Se les ve pasar a lo lejos una vez, después volverán. Llevan un rumbo fijo, ninguno revolotea, sólo se mantienen al planear. Cuando los veo pasar acaban de romper motores. Entonces es seguro. Cuando llegue agosto, el día veinte volveré a mirar, aunque sepa que hubo uno que no volvió a pisar la tierra porque la abrasó.
In memoriam
A.H.M
jueves, 25 de junio de 2009
Sepan que es historia
Un libro de texto recoge la historia universal desde la Antigüedad hasta la Edad Moderna, otro la Contemporánea y nuestra memoria plasma en un examen horas de estudio sacadas de esos libros. Un tema resume un siglo, una revolución, una restauración. Un párrafo diez años y una frase cifras y conceptos. La historia se reduce a conceptos.
Yo no sentía nada cuando en el examen me preguntaron por Robespierre en el examen. Ahora me pregunto por las personas que sufrieron el Estado del Terror que tan lindamente expliqué. Y como esta, muchas más.
Viendo cualquier película que lo rememore, leyendo cualquier libro que lo narre parece que lo haya vivido. Serán las formas más que de contarlo, de hacerlo trascender. El papel, los textos deben trascender. Nadie puede quedarse indiferente después de saber lo que sabe. La historia no acaba después de un examen, ni siquiera mañana.
Dicen que los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla. Más nos vale pasear por cualquier ciudad, mirar los edificios que nos rodean, el suelo que pisamos y saber lo que pasó. Por allí caminaron personas, no párrafos.
miércoles, 24 de junio de 2009
Donde habita el olvido, Joaquín Sabina
- Yo no lo entiendo.
- ¿Qué tienes que entender? Ya lo has oído, hay cosas que no siempre acaban bien.
- No sé por qué tiene que darle un final tan amargo.
- Es sólo una canción.
- Es una historia.
- ¿Qué final hubieses preferido?
- Otro cualquiera en el que no viese cómo se pierde.
- Me suena demasiado.
martes, 23 de junio de 2009
Teddy
El único que me entendía era Teddy. Sé que teníamos personalidades completamente opuestas y todo eso pero, no sé cómo, cuando hablaba con él me olvidaba de mis progenitores. Sólo me lo permitía entonces, por unos instantes. Cuando me contaron lo que pasó no pude contenerme y rompí la mesa de mi habitación a patadas. Joder, todavía me duele la pierna. Y aún así, ustedes vienen aquí acusándome de haber matado a la única persona que… No les entiendo.
¿Que si actuó de forma rara esta última semana? No, creo que no. Siempre ha sido igual desde que nos escapamos del orfanato. Creo recordar que estaba intentando conseguir dinero rápido, sin mucho éxito la verdad. Ahora que lo pienso, le vi el lunes con un hombre en la cafetería del parque. Era uno de esos viejos obesos que se visten con ropa deportiva para creerse más jóvenes. Tengo que admitir que me picó la curiosidad y les seguí un rato. Por alguna razón ese hombre me producía una horrible sensación de asco y aborrecimiento. Estaban atravesando la calle del monumento al presidente nosequién cuando oí en su conversación mi nombre. Al principio no estaba seguro porque estaba a unos diez pasos por detrás, pero luego lo empezaron a repetir una y otra vez. Entonces el viejo sonreía. No he visto sonrisa más falsa en mi vida. Luego se subieron en el trece pero yo no tenía dinero, así que tuve que abandonar. Esa tarde, ya casi noche, Teddy llegó muy sonriente hablando de gilipolleces. ¿Perdón? No, no dijo nada importante. No. Sólo habló de… miren, Teddy ha sido siempre un chaval muy soñador, desde pequeño siempre creyó que sus padres aparecería alguna tarde blablabla. Estoy orgulloso de haberle convencido de que me siguiera. Sin embargo, él nunca dejó de ser así, por eso nunca le llamo Ted, sino Teddy. El hecho de que mis padres no me pusieran nombre ha hecho que le acabe dando mucha importancia a los nombres…
Mmm, del caso sé bastante poco, la verdad. Se lo encontraron a un par de esquinas de donde vivimos, apuñalado varias veces, ¿no? Sólo de imaginármelo vomité dos o tres veces. ¿Quieren que les diga algo?, estoy seguro de que de ese gordo con el que estuvo. No, no me dijo su nombre. Ojalá lo hubiera hecho, yo mismo hubiera matado a ese hijo de puta. Les aseguro que por dentro no dejo de llorar, cada referencia duele muchísimo, pero qué van a saber ustedes…
Gracias a ustedes, espero que encierren a ese cabrón que lo mató, es el gordo, estoy seguro. Joder, la última vez que le vi vivo, parecía tan excitado y sus últimas palabras… ¿Perdón? No… he olvidado lo último que me dijo, lo siento. No sé cómo va ser la vida si él, sin Ted, quiero decir Teddy.
LMM
lunes, 22 de junio de 2009
Las perlas de don Evaristo Feijoo
Este personaje encarna una teoría más actual que nunca: la filosofía práctica. No hace falta romperse la cabeza para entender su significado, pero recomiendo a todo curioso que se siente a escucharle (a leerle, se entiende). Francamente, no hemos cambiando desde hace dos siglos.
Esta filosofía la militan más de los que creemos, aunque nadie sepa darle nombre por ser un castigo inhumano abrir un libro (y para más INRI dos tomos y de Pérez-Galdós).
Entre las muchas perlas destaco una: la del decoro.
Según cuenta, pera que la civilización ruede hacen falta las formas y un ejercicio constante del sanísimo decoro y la impoluta trastienda, tener atado en corto al sentimiento, que si campa suelto sería volver a lo salvaje.
Recapacitando sobre esto, recordé una frase de Dalí que decía algo así como que el artista es un obstáculo para la civilización.
Somos el resultado de ese siglo, de ese pensamiento. Como dice el impulsor de esta ventanilla, Luis, en el recuadro que la encabeza, la sociedad está en decadencia. Quizás los culpables sean los artistas o la civilización, que cada uno piense lo que quiera. Sea como fuere, pasearse por los clásicos no deja de ser interesante, principalmente porque allí se puede encontrar alguna pista de lo que somos por lo que fuimos.
domingo, 14 de junio de 2009
Inspiración
Emily Dickinson
Bueno es soñar. Despertar es mejor
si se despierta en la mañana.
Si despertamos a la media noche,
es mejor soñar con el alba.
Más dulce el figurado petirrojo
que nunca alegró el árbol,
que enfrentarse a la solidez de un alba
que no conduce a día alguno.
No era lejos, la puerta estaba cerca,
El día irrumpió, tuvimos que separarnos,
jueves, 11 de junio de 2009
Sketch
Ya me imagino el principio... Garzón en un sillón diciendole a Leire: "Hija.... No vales ni para honrar tu nombre..." Tras lo cual se serviría una vaso de un vino de 10.000 dolares que recibió como regalo de las interesantísimas charlas (se dice que de los 3 que acudieron sólo murieron dos) en NY. Pasta al bolso, pasta a la bolsa. Total, dejó escapar a un par de narcos, ¿y qué? Tengo que oir todas las mañanas a Losantos criticarle y machacarle y fusilarle con un haiku. Pobre hombre, déjele en paz, sólo está intentando forrarse como todo el mundo.
Pero no nos olvidemos de Leire leire lele. Acaso no ha sido ella una de las grandes aportadoras a la lengua castellana. Recordemos cuando decía que habría dos grandes líderes progresistas en el mundo: Obama en EEUU (que por cierto, no ha tomado NINGUNA medida progresista sino, más bien, conservadoras) y ZP en Europa (si presidente de la UE, va aser verdad lo de los brotes verdes de marihuana). Aunque por supuesto, no supera la maestría de Viviana Aído (ya sé que es Bibiana pero me apetecía hacer la gracia xD!), uno de sus textos cayó en la selectividad de Cataluña para los estudiantes de Lengua Castellana y Literatura. ¡Vamos! Que se aparte Larra, Béquer, Aleixandre o Dámaso Alonso, que aquí viene Bibianita!! Ya entiendo porqué nadie estudia español en Cataluña, sabiendo que va a entrar eso yo me desapuntaba...
Y, finalmente, la SGAE... siempre me preguntaré porqué no haay suficientes grupos anti SGAE en el Facebook. Poco queda que decir de esta joya de la corona de Ex-paña... Así que si veis a unos hombres vestidos de negro con una nota judicial falsa, déjeles entrar sin problema, son de la SGAE (y me han contado que matan a un gatito cada vez que los insultas así que shsshshshs).
Corresponsal desde la inuria más absoluta (reir por no llorar) y comentando sobre la parte más feliz de la sociedad política, económica y judicial: LMM Banzai!
lunes, 1 de junio de 2009
romanos en china?
Los residentes de una remota aldea china están esperando que los análisis de ADN prueben una de las leyendas más inverosímiles de la historia -que ellos son descendientes de legionarios romanos perdidos en la antigüedad.
Los científicos han tomado muestras de sangre de 93 personas que viven en y alrededor de Liqian, un emplazamiento al Noreste de China en las franjas del desierto de Gobi, a más de 200 millas de la ciudad más cercana.
Están buscando una explicación para el número inusual de gente local con características occidentales -ojos verdes, narices grandes, e incluso pelo rubio- mezcladas con las características chinas tradicionales.
“Realmente pienso que somos descendientes de los Romanos”, dijo Song Guorong, de 48 años, quien con su pelo ondulado, seis pies de altura y larga y llamativa nariz aguileña está parado fuera de la oficina de sus colegas de cara redonda.
“Hay residentes con estas características especiales, y también hay expedientes históricos sobre la existencia de esta gente desde hace tiempo”, dijo.
Estudios que afirman que los Liqian tienen ascendencia romana han excitado grandemente el condado empobrecido en el cual están situados. La aldea tiene ahora un pórtico de pilares, con la esperanza de atraer a turistas. Una estatua en la entrada de la ciudad del condado próximo, Yongchang, muestra un legionario romano parado al lado de Confucio y de una mujer musulmana, como símbolo de la armonía racial.
Incluso los empresarios han aprovechado la ocasión: en “La Calle del Entretenimiento de la Ciudad Imperial” está el bar Cesar Karaoke.
La relación entre el pueblo y Roma fue sugerida por primera vez por un profesor de historia china en Oxford en los años 50. Dubs juntó relatos de las historias oficiales, que decían que Liqian fue fundado por los soldados capturados en una guerra entre los chinos y los hunos en el 36 a.C., y de la leyenda del ejército perdido de Marcus Crassus, general romano.
En el 53 a. C. Crassus fue derrotado desastrosamente y decapitado por los Parthos, una tribu que ocupaba lo que ahora es Irán, poniendo fin a la expansión de Roma hacia el Este.
Pero las historias insistían en que 145 romanos fueron tomados cautivos y vagaron por la región durante años. El profesor Dubs teorizó que caminaron como tropa mercenaria hacia el Este, y así fue como una tropa “con una formación de escama de pescado” vino a ser capturada por los chinos 17 años más tarde.
Él dijo que “la formación de escama de pescado” era una referencia a la “tortuga romana”, una falange protegida por escudos en todos los lados y por arriba. Gu Jianming, que vive cerca de Liqian, dijo que había sido una sorpresa saber que él puede descender de un ejército imperial europeo. Pero entonces el nacimiento de su hija fue también una sorpresa. Gu Meina, ahora de seis, nació con el pelo rubio. “Lo afeitamos un mes después de su nacimiento pero seguía creciendo otra vez del mismo color”, dijo. “En la escuela la llaman “pelo amarillo”. Antes de que nos hablaran de los romanos, no teníamos ninguna idea sobre esto. Somos pobres y no tenemos ningún templo familiar, así que no sabemos sobre nuestros antepasados”.
Otro residente, Cai Junnian, de 38 años, dijo que sus ojos grandes y verdes significaron que fuera apodado por sus amigos como Cai Luoma, o Cai el romano. Se ha hecho una celebridad local, y recientemente voló al consulado italiano en Shangai para reunirse con sus supuestos parientes. La hipótesis del profesor tomó casi 40 años en llegar a China. Durante el gobierno de Mao, las ideas de una ascendencia extranjera no eran ideológicamente agradables y la historia fue suprimida.
El señor Cai dijo que su bisabuelo le contó que había tumbas romanas en las montañas de Qilian a un día y medio de camino, pero él nunca las había relacionado con el aspecto inusual que heredó de su padre. “La gente pensaba que tenía un problema de la piel”, dijo.
Los análisis de sangre son parte de un proyecto emprendido por los científicos e historiadores después de que las autoridades locales aflojaron el control sobre la investigación genética. Los resultados serán publicados en una revista científica. Pero el profesor Xie Xiaodong, genetista de la Universidad de Lanzhou, advirtió contra un entusiasmo excesivo.
“Aun si son descendientes del imperio romano, no significa necesariamente que lo sean del ejército romano”, dijo. “El imperio cubrió un área grande. Reclutaron a muchos soldados localmente, así que cualquier cosa es posible”.
La teoría ha partido el departamento de historia de la universidad, con algunos eruditos apoyando la afirmación, y algunos rechazándola. El profesor Wang Shaokuan desprecia la tesis del profesor Dubs, diciendo que los hunos eran una mezcla de caucásicos, asiáticos y Mongoles.
jueves, 28 de mayo de 2009
Feria del Libro de Madrid
fdo: Luis MM
una sobre la SGAE
Brisa del Alma Inquieta - África Pedraza
miércoles, 27 de mayo de 2009
''a las barricadas!! a las barricadas!! por el triunfo de la degeneración!!''XDD
fdo: jamess (alias ''terror de Arsenio'')