miércoles, 21 de octubre de 2009

Camino


Le hablas otra vez a mi corazón muerto.
No hay respuesta.
Mientras te enojas mi cuerpo se desvanece en
el mismo viejo sofá.

Te puedo ver a lo lejos, llorando.
Me cubro los ojos con la mano izquierda,
mi derecha, inmóvil, ahogada en lúpulo.
Te pierdo.

Odias la esperanza y, sin embargo, me abrazas.
¿Como puedes soportar el contacto?
Yo siento náuseas recordando la mugre que me envuelve.
¿Qué pasó?

El sonido de la puerta al cerrarse suena mucho más cercano,casi en mi oreja.
Es de noche y no tengo sueño.
LMM

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