martes, 1 de septiembre de 2009

(para seguir el hilo, empezar por el último)

Berlín, Alemania 31/7/09
Otra noche infernal. Los ronquidos de mi padre, vehementes como siempre, me mantuvieron en vela hasta las 4 de la mañana. Pero gracias a Dios, la divina providencia puso en mis manos unos tapones de los oídos, que lo hicieron más llevadero.

Tras desayunar con té alemán (bastante bueno por cierto) hemos ido prontico a ver el museo de pérgamo. Justo al momento en el que llegamos (las 10) se empezó a formar la llamada ‘’cola recurrente de museo’’ nada más entrar te encuentras una sala enorme con un templo griego entero metido en su interior. Tras coger la audioguía, que yo suponía que iba a estar en esmañol sudaquilla, resulta que es en español peninsular, pero con el inconfundible tono de voz de loquendo, de modo que supuse que no se habían molestado demasiado en hacerlo bien



Tras ver hasta una fachada griega de 15 metros de altura por 25 de ancho dentro del museo, me entró la sensación de no querer encontrarme nunca con un arqueólogo alemán (rarillos esos tíos). Por lo visto se recorrieron Irak de punta a punta y lo dejaron más vacío que un desierto (que un desierto!! Lo pilláis?? Eh??? Jajajj…). En fin, tras la visita al museo, tuvimos que ir a la Hauptbanhof(estación principal de trenes) de Berlín para sacar el billete de mañana a Praga. Dios , todo el dinero que no se gastan los alemanes en remontar la economía de Europa se lo gastan en construir estaciones, era mil veces más grande que atocha!!Después a mi padre le dio por coger el primer tren que encontró y resultó que nos llevaba a la parada del zoo de Berlín (no es como la casa de campo, pero casi) por allí comimos con un camarero que hablaba un español bastante aceptable, y luego nos metimos en el metro para volver al hotel.

El metro de Berlín oeste es aún más mierda que el de Berlín este. Cuando uno ve estos metros se siente orgulloso del metro de Madrid (‘’vuela’’), aunque en cierto modo también sea una mierda. Paramos a medio camino en la zona de la puerta de Brandemburgo para ver el monumento al holocausto, que solo son bloques de hormigón colocados en hileras. Cerca de allí había una exposición de la arquitectura que Hitler tenía planeada para Berlín una vez hubiera ganado la guerra. Ese tío era un loco gilipollas: pretendía demoler todo el centro histórico de Berlín y construir edificios exageradamente enormes para mostrar el poder del III Reich.



Después simplemente hemos vuelto al hotel y descansado. Hemos dado un paseo al salir a cenar y nos hemos desviado hacia la Alexanderplatz de ayer para sacar unas fotos que la estatua de Marx y Engels y yo teníamos pendientes. Tras ello nos hemos ido a cenar Currywurst (salchichas con curry, comida típicamente alemana os lo aseguro!)

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