domingo, 16 de mayo de 2010

Eternamente

De que sirve la vida
si tú no me correspondes
si mis alas te pertenecen
y la llave de mi corazón
se perdió en tus tinieblas.

Por qué seguir con vida
si el aliento es frió
mi corazón roto
mi cuerpo helado
mi esperanza negra.

Por qué aún te quiero
por qué llegue a amarte
por qué me odiaste.
Quise matarte,
para hacerte mía eternamente.

Albert Soler

miércoles, 5 de mayo de 2010

Sobre Inurias

Como algunos habrán observado, este blog se ha ido tornando en un lugar de encuentro para la literatura. Simplemente quería anunciar que, en un futuro próximo, abriré otro blog (compartido, como siempre, con otros colaboradores) dedicado únicamente a la opinión de la situación política y social actual. El blog lo llevaremos gente de diversas ideologías, así que habrá de todo un poco (es decir, joderemos a todos los grupos ideológicos que podamos). Más información próximamente...

LMM

Rescatando sueños del baul de los recuerdos

He decidido subir algunas cosas que he encontrado de hace algunos añitos (mi época modernista y, citándome a mí mismo, cursi) Supongo que así conseguiré que no se pierdan en la memoria... Honestamente, echo de menos aquellos años inocentes cuando todavía no era consciente del mundo... ¡qué grande es la ignorancia!

1.

Al borracho que llora en la esquina,
le llamo yo por su lamento.
Muerta la fiera inmóvil, dormida.
Que el ebrio de llantos inciertos,
de botella encuentra vestida
la alegría y sus momentos.
Dadle la luz al ciego tranquilo,
antes que darle el alma al vino

4.

Apelad al gorrión solitario,
cuando la sombra venga del mar,
y cuando te oigan las olas gritar,
caerán los barcos del estuario.

De sus redes quedarán prendidas,
vivas, muertas, sin sangre en el cuerpo,
aquellas sirenas de mi sueño,
y en sus pechos mi suerte perdida.

La lira rota en cuatro pedazos,
sus cuerdas reflejan nuestro sol,
cortados los dedos de ninfa...
De su música quedan retazos.

¡Donde encontré el cantar olvidado,
de las bocas perladas y sabias!
¡Pudriéronse las melenas rubias,
que el pecador había matado!

5.
Se desplaza el sueño,
sobre tres ruedas,
tiembla el suelo a su paso,
dejando el mundo a su izquierda

.............................................................
(a algunos les sonaran estos dos siguientes):
 
En este tren no hay carteles

que te indiquen la estación.
Cuando nos toca, salimos.
Conocemos nuestro turno
pero no sabemos cuando
llegará nuestra parada.
Percibo en la gente temor,
no quieren llegar, no quieren.
No tememos nuestro final,
tememos nuestra ignorancia,
no saber que hay más allá.
Al llegar a una parada
algunos lloran, no todos.
Viejos y no tan viejos
se bajan pensativos y
muy serios, bastante serios.
Los observo con tristeza
sintiendo que mi estación
y el final de mi trayecto,
están aún muy lejanos.

.................................
Duele saber ciertas cosas,

la ignorancia es confortable.
El choque nos aplastó,
y mi destino lisiado
una elección ahora espera.
Esta mañana lo supe,
ayer murió sin avisar,
ya sin sangre ni conciencia.
Sólo ignoro si ignorarlo
mejor que saberlo fuera.
Ayer, murió sin avisar.
Ayer, ella me abandonó.


Por último (os doy la enhorabuena si habéis llegado hasta aquí), quiero terminar con unas frases del peor relato que he escrito en i vida (oficialmente):

Soy un miserable cuyos sueños no son más que vagas sombras que caminan con melancolía. El amor es impresionante, a veces lo adoras y este te hace feliz, otras lo adoras y te maltrata y juega contigo. Yo intenté jugar con él, intenté creer que todo dura para siempre, que nada podía pasar. Ahora yo lo intento odiar, mi alma mutilada desea que odie a mi corazón y al amor por haberme hecho esto. Pero no puedo.Sufro. Dolor y amargura llenan mi corazón consumiendo mis entrañas. Rompo en un llanto imaginario de lágrimas perladas.Una canción empezada que no se pudo terminar. Un sonido que acabo demasiado pronto. Una ilusión pasajera, solitaria. Triste como un ruiseñor sin voz o un águila sin ojos. Amarga como la muerte. Fría como un glaciar. Pero hermosa como una débil rosa en primavera.

Porque mi historia es como cualquier otra historia de amor, pero sin un final feliz.

Cómo podrá comprobar el lector, viví mi época EMO con 11 o 12 años.

LMM