Al fin y al cabo la vida es algo efímero.
Lo último que nos queda,
un pulmón negro,
un corazón seco
y un alma aún más oscura
envuelta en hojas de tabaco.
Todo se va tiñendo del mismo color…
Basta con pisar una sola vez.
Cuando corras, si miras atrás,
verás todas las pisadas que has ido dejando,
y las que dejaron otros.
Se cruzan nuestras huellas
dibujando un puñal.
La sangre debía de ser azul,
porque ahora la música es gris,
como el mar en una tormenta,
como el cielo en una tormenta.
Nos ahogamos.
LMM
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