¿Qué sientes tú entonces? No dejas de mirar sus ojos muertos, ¿es arrepentimiento? No, sigue latente el odio, las quemaduras, la sangre. Entonces comienzas a reir. Como una sonata desafinada que se entremezcla con todas las palabras que te dijo antes y después de saber que iba a morir. Pero no es alegría tampoco... Y es curioso, ¿no? Llora, patalea, se rinde, grita, forcejea, te insulta. ¿Para qué? La vida es sólo eso, y tú lo acabas de demostrar ¿Y ahora te duele? ¡Qué irónico! No lo puedo creer... ¿por qué este cambio? Ja! Das pena. Tu risa se torna en llanto... Por un momento pensé que serías diferente.
LMM
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