viernes, 29 de enero de 2010

Los peces huérfanos


Con 91 años uno ya llega, como decía el poeta de lo muros de su patria, de la carrera de la edad cansados. Murió y deja huérfanos a esos peces plátano de los que uno nunca oye hablar hasta que él te lo cuenta, o contaba. Para muchos era un genio de las letras y otros no podían soportarlo. Es lo que tienen esas mentes locas, o se les perdona o se les aborrece. Ahora lo honrarán y con el duelo vendrán las palabras hinchadas. Habrá Salinger para rato, pero yo les aconsejo eso que dice el refranero: que Dios te libre del día de las alabanzas.

A.H.M.

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